lunes, 4 de julio de 2011

Honrar la vida.

No, permanecer y transcurrir no es perdurar,
no es existir, ni honrar la vida.
Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia, sin saber, adormecida.
Merecer la vida no es callar y consentir
tantas injusticias repetidas.
Es una virtud, es dignidad,
y es la actitud de identidad más definida.
Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir
porque no es lo mismo que vivir honrar la vida
No, permanecer y transcurrir no siempre
quiere sugerir honrar la vida.
Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra tonta humanidad enceguecida...
Merecer la vida
es erguirse vertical más allá del mal de las caídas.
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad la bienvenida. (marilina Ross)

1 comentario:

Anónimo dijo...

DECÍA UN HAIKU JAPONÉS ALGO ASÍ:

"PARA EL CORAZÓN QUE NO DUDA,
LAS FLORES DEL CIRUELO".