Cuanto más los conoces, más te gustan.
Están para volver siempre que puedas, y que así lo desees.
Tiene el poder de transmitirte lo que encontraste en ellos la primera vez , todas las veces que quieras.(con la imaginación o en persona). Y a veces, incluso encuentras cosas nuevas que antes nunca vistes.
Hablo de lo lugares favoritos.
Para mi este es uno de ellos.
Lo descubrí hace 3 meses y medio, y aunque me pareció un lugar precioso y lleno de calma desde el primer momento, me he encontrado con la sorpresa , después de volver de Nepal, que la primavera está llegando aquí antes que a ningún sitio, y está más bonito aún.
Me he enterado que el propietario de este inmenso jardín es un hombre particular que lo tiene abierto para que la gente lo disfrute. Tiene mucho dinero, y su manera de compartirlo es esta: Hay 3 como este por los alrededores de Bihar.
Al dueño nunca lo vi. De hecho, nunca veo a nadie. (Increíblemente es su lugar bastante solitario.)
Pero con el viejecito que cuida de aquello he entablado una relación especial. Con la de veces que he venido, ya nos hemos hecho amigos, y además de una sesión de fotos , ha compartido conmigo algo muy preciado : Las semillas de 11 de sus flores.
Están para volver siempre que puedas, y que así lo desees.
Tiene el poder de transmitirte lo que encontraste en ellos la primera vez , todas las veces que quieras.(con la imaginación o en persona). Y a veces, incluso encuentras cosas nuevas que antes nunca vistes.
Hablo de lo lugares favoritos.
Para mi este es uno de ellos.
Lo descubrí hace 3 meses y medio, y aunque me pareció un lugar precioso y lleno de calma desde el primer momento, me he encontrado con la sorpresa , después de volver de Nepal, que la primavera está llegando aquí antes que a ningún sitio, y está más bonito aún.
Me he enterado que el propietario de este inmenso jardín es un hombre particular que lo tiene abierto para que la gente lo disfrute. Tiene mucho dinero, y su manera de compartirlo es esta: Hay 3 como este por los alrededores de Bihar.
Al dueño nunca lo vi. De hecho, nunca veo a nadie. (Increíblemente es su lugar bastante solitario.)
Pero con el viejecito que cuida de aquello he entablado una relación especial. Con la de veces que he venido, ya nos hemos hecho amigos, y además de una sesión de fotos , ha compartido conmigo algo muy preciado : Las semillas de 11 de sus flores.
Un amigo de Nepal, que se ha llevado parte de las semillas para plantarlas en Nirvana.
Y otra parte se la he hecho llegar a mi madre a España.
Así que confío que este trocito de India pueda estar repartido por varias partes importantes de mi mundo en unos cuantos meses… Será una forma más duradera, que arrancar las 11 flores
para ponerlas en un jarrón.
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