Un día de 24 horas, de los de todos los días, de los normales y corrientes, de los que se despachan ahora, no dura lo mismo siempre...El tiempo es realtivo, está claro.
y otras un suspiro que no has podido ni oir cuando lo respirabas...
Los primeros (los que parecen 48 horas o a veces meses enteros), se caracterizan por la novedad, la intensidad, la buena compañía y la buena conversación, las acciones que te hacen sentir viva, la conciencia de estar presente, el aquí y ahora, la celebración, el juego..(aunque también pueden estar relacionados con el aburrimiento y pasan lentos, o incluso con los suspiros del segundo porque pasan volando)
Los segundos días tienen que ver con las prisas, la rutina, el reloj, la cotidianeidad, el no ser consciente de cada momento que vives, y el no concederse el tiempo necesario para parar , darse cuenta , y mirar dónde y cómo se está...
Yo hoy pàsé uno de esos de 48 horas...Con mi Indian Family, con un montón de niños, y con otro puñao de profesores y gente del proyecto.
*Un almuerzo riquísimo cocinado a fuego lento y comido con las manos, me recordó el sabor que tienen las cosas echas con amor.Hasta las más simple. (Primero comían los niños, después los mayores, servidos por los niños).A mi me incluyeron en la segunda tanda...pero hubiera preferido mil veces más comer con la primera).
*Una siesta con perros cantando de fondo (la banda sonora de mi hogar), me recordó mi nueva vida, y que ahora la vivo desde la India...
*30 euros, me recordaron el valor del dinero...en un lugar del mundo y en otro...Aqui más que suficientes( incluso demasiados ), para comer 35 personas
*La tranquilidad de no necesitar grandes festejos para que los días sean especiales me recordó que la Navidad puede vivirse de muchas maneras...
...Y mientras volvía a casa, colocada de lado en una moto, con una manta reliada al estilo indio, veía ponerse el sol: una bola naranja que se metía en el horizonte.Un atardecer precioso con niebla.El camino de tierra pasaba lento bajo mis pies.Y haciendo mi foto mental, 2 vacas y un pastor se cruzaron en el encuadre imaginario, y contruyeron la foto perfecta (esa que nunca se hace, pero que se recuerda siempre)
(Imagina la imagen)
Al llegar, me encontré a mi familia india, junto a un brasero de carbón, hablando de la vida, todos metidos en una cama...
Y sólo me hizo falta una llamada para tener a lado también lo unico que me había faltado en el día y Villancicos en español...GRACIAS.
1 comentario:
esa sonrisa que dibujó tu cara al oir los villancicos de los tuyos seguramente que tampoco se nos olvidará a nosotros cada vez que pensemos en tí y en esos momentos vividos.
Publicar un comentario