Erasé una niña que le toco vivir una vida que ella no había elegido...o quizás si...
Cada día, cogía unas piedritas ,como quizás le habian explicado unos mayores, y las llevaba a un lugar: justo debajo del árbol que estaba enfrente de la escuela...
Cada día iba y venía llevando piedritas, con la pasimonia de una hormiga.No sabía para qué , pero eso no importaba...lo hacía tal y como se lo habrían dicho, y seguro que jamás se cuestionó que eso no fuera bueno, ni malo...Aceptaba todo, en el día a día, sin que fuera algo cuestionable..la vida era así, y ya está, no había nada más que pensar.
El problema lo tuvo la fotógarfa extranjera que vino a parar a su aldea...
La vió y quedó innotizada por ese ser tan pequeñito, con esas manos donde apenas cabían dos piedras a la vez , con esas patitas que apenas abanzaban al caminar, con esos ojos con tanta vida...y con esa pequeña bandejita llena de piedras que tan mañosamente sostenía en su cabecita...
Y fué cuando pensó el porqué esa niña no podía estar en la escuela como las demás, porque tenía que hacer ese trabajo de hormiguita pequeña con tantos mayores al rededor, como sería su familia y que necesidades tendría...
Y sobre todo, para que querrían los mayores que le hubieran mandado, todo ese montón de piedras...??
La fotógrafa se fue a casa con todas las piedras en la cabeza: un montón de dudas sin resolver...Y sólo cuando abrío la imagen en grande en el ordenador, pudo entenderlo todo de golpe...
Nadie había mandado a esa niña a hacer nada...cada uno estaba ya bastante preocupado en recoger el arroz, hacer chapatis, cuidar de los animales, arar el campo, recoger el abono para hacer fuego, dar de mamar a sus hermanitos...
Tampoco esa niña tenía cara de infeliz.No se habia planteado tantas cuestiones como la fotógrafa, por lo que la tristeza no cabía en su pequeño cuerpecito.
Tampoco echaba de menos la escuela...al fin de al cabo nunca había ido a ese lugar ...
Y por último, tenía las ideas muy claras en esa cabecita tan chica :
Piedrita a piedrita, pasito a pasito, no tenía prisa.
La vida pasaba lenta, y no hacía falta correr mucho...Y un día , la montaña de piedritas que había construido, llegaría hasta el arbol, casi hasta el cielo.
Y entonces, por fin, podría coger sus frutos, con sus propias manitas, sin esperar que nadie se acordara de darselos...
6 comentarios:
esto era una vez una mariposita pelusina, que un día decidió dar riendas sueltas a su alma libre y se fue a ver a otras pulguitas y a enseñarle al mundo todo lo que encierran unos ojos llenos de ilusión, alegría, entusiasmo y hacernos ver que la vida es mucho más sencilla que como la queremos vivir aquí.
QUE COSA TAN BONITA
Entro mucho en tu blog y esta historia de la niña me ha llegado al corazón y es tan profunda por sencilla que me dio la respuesta a una inquietud. No entiendo muy bien la respuesta, tampoco la inquietud, y aún así siento que se me respondió todo. Gracias, Nazaret
Eres un ejemplo para los demás, me encanta leerte. No cambies NUNCA.
¿Que significa "innotizada" ?
Esta historia es increible........ preciosa
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